DIA 365: El primer amor de mi maestro de Chikumg

Ya no añado más fechas nuevas al blog, iré publicando de arriba abajo, que me han quedado muchos huecos por llenar.

El día mágico llegó, pero como os informé en días anteriores, me permito la licencia de continuar esta bella andadura del “Primer amor” hasta otra fecha mágica, 12 del 12 del 12, que será un mes y un año después de esta publicación. Espero no haber defraudado a nadie, incluso ni a mi hija, ni mi cuñada, ni mi marido, ni a mi propia madre… y alguien más que seguro me dejo y esperaban mi compromiso de contar MI PRIMER AMOR HOY, al finalizar el blog. Pues, no, no lo haré hasta el año que viene.

Os traigo hoy otra de la publicaciones de mis amigos de FB, que he rescatado del grupo de Primeros Amores, que espero me traiga muchas y muchas y muchas historias del Primer Amor. Gracias Juanjo

“Era pequeñito y me gustaba quedarme un rato esperando con la cara apoyada en las barras de hierro que separaban la puerta del Cole. Mis manos sujetaban con fuerza las tiras de la mochila que colgaba de mi espalda, repleta de libros de lenguaje y ciencias. Ninguna asignatura podía explicar cual era la naturaleza de tanta ilusión por vivir un instante, un pequeño momento que se repetía todas las tardes. Aguantaba el continuo martilleo de la voz de Elena que solicitaba mi presencia en el seat 850 en el que nos metíamos mi hermano, Esteban y yo para volver a casa.

A los pocos segundos de contorsionarme para poder entrar en el coche, Ella aparecía a lo lejos. Para entonces ya estaba nervioso mimetizando mi cara con la ventanilla llena de «bao» y la miraba pasar. Era todo lo que hacía. Ella era la hermana de Olague un compañero de clase que nació en Inglaterra.
Al año siguiente supe que se cambiaban de colegio y se marchaban a su país. Estuve meses maldiciendo la oportunidad perdida. Un saludo, una mano en alto o una palabra hubieran bastado. Ella se fue y no supe mas. Quizás ese fue mi primer amor utópico no correspondido. Gracias Eva”.

Juanjo Pineda Vera