DIA 174: A cámara lenta


En mi familia sabemos que hemos encontrado a la chica de nuestra vida cuando de repente la ves venir hacia ti y lo hace a cámara lenta, como en las películas. Mi padre me contó que le pasó eso con mi madre y que su padre y su abuelo le habían contando que fue lo mismo con mi abuela y mi bisabuela. Este síntoma familiar me ocurrió cuando tenía tan solo seis años. Estaba en el parque subido en el tobogán cuando llegó ella, rubia, ojos azules, y ese andar tan lindo, tan a cámara lenta.

Dejé de lado la vida de brutote que había llevado hasta entonces y me dejé abducir por la compañía de Marta, la verdad es que la vida con los chicos me parecía que iba a una velocidad demasiado vertiginosa y prefería estar sólo con ella. Su flor preferida era la margarita, y las pintaba a diestro y siniestro en todos los sitios en el banco del parque donde nos sentábamos a ver la vida pasar, y hablar de nuestras cosas (que digo yo que tan pequeños ¿de que hablaríamos tanto tiempo?. Pintaba margaritas en todos sitios en la carpeta del colegio, en los forros de los libros, hasta en mis brazos y los suyos, decía que si los dos teníamos las margaritas pintadas nada ni nadie nos podría separar jamás. Mi prematura relación amorosa y las pinturas símbolo de nuestra unión a mi me costaron más de un disgusto, y unas cuantas palizas en el colegio, el “jardinerito” me llamaban por las flores que llevaba tatuadas. Mis huesos maltratados siempre iban a parar al cuarto de limpieza del colegio donde mis amables compañeros me depositaban tras la refriega.

Y un día tras tres años de sufrimientos, y decenas de palizas, por haber tomado la decisión de vivir mi vida con Marta, apareció en el cuarto de la limpieza. Era ella y por supuesto a cámara lenta. Venía a rescatarme, venía a sacarme de la oscuridad donde me habían relegado mis queridos y amados compañeros, que tanta envidia me profesaban.

Nunca olvidaré como poquito a poco y a cámara lenta se abrió la puerta, y ella me cogió de la mano ayudándome a incorporarme… y tiró de mi, y me sacó de allí y en medio del pasillo –era justo el cambio de clase-, me besó… me estrujó los labios con tanta fuerza que yo creo que todos los niños del colegio sintieron lo mismo que yo sentí, vamos “amor hasta las trancas”. Solo por ese día merecía la pena todo el sufrimiento al que había estado sometido. Oficialmente tenía novia, y era la chica más guapa del colegio, sí, yo el pringao empollón de gafitas, que no jugaba al futbol, ni canicas y si a las muñecas a los cromos y las calcamonías… menos a la goma, le pegaba a todos los juegos femeninos, pero de mariquita, de eso nada y el besazo de Marta, lo dejó todo bien clarito.

Y entonces ocurrió que se fue, trasladaron a su padre a Washington y ahí me quedé yo viendo como se dirigía con su mochila de margaritas a la espalda hacia la puerta de embarque y además seguía haciéndolo a cámara lenta. Y me costó tanto olvidarla… porque su seña invadía cientos de miles de rincones, o me pasaba que la melancolía me llevaba a todos ellos. El banco del parque, el árbol en el que grabamos a fuego “Marta, corazón, Luis”, las jardineras de al lado del tobogán donde nos conocimos llenas de margaritas, mis cuadernos, mis carpetas, mis brazos… todo estaba lleno de ella, mi amor, mi primer amor, el único y el verdadero. Algunas veces pienso que debería haber ido a buscarla ya de mayor, pero la cobardía me hacía recapacitar y me aseguraba que seguro que ya tenía hecha su vida al otro lado del charco, sería una locura. Lo que es cierto es que nunca he vuelto a ver a ninguna chica acercarse a mi a cámara lenta y se que si el destino nos volviera a reencontrar sería fácil reconocerla.

Este relato me lo ha inspirado la película “Fuga de talentos, II»

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Publicado por evarobles.es

"Sonríe para estar bien, no porque estés bien", Eva Robles Eva Robles Jiménez, empresaria, editora, periodista, escritora, formadora y conferenciante motivacional. Presenta el magazine matinal en directo“Todos en Libertad” de lunes a viernes de 9 a 12 horas y de 14-15 hora lidera tertulias orientadas al emprendimiento, empresa, ocio, cultura segura y entretenimiento en Libertad Fm. Autora del libro ¡Es urgente sonreír! Un paseo por la felicidad entrenando sonrisas (Editorial Lo que no Existe) Fundadora y CEO de la revista vaguada.es y con su marca personal @evarobleses y @entrenadoradesonrisas. Blogs:.evarobles.es y entrenadoradesonrisas.com Docente en cursos de comunicación, dicción y locución en radio para el Ayuntamiento de Madrid. Curso de producción editorial y relación e interacción con los medios de comunicación. Conferenciante de éxito y formadora a nivel ejecutivo sobre desarrollo personal, enfoque positivo, motivación y gestión de equipos. Materclass de comunicación/branded journalism en Universidad San Pablo CEU. Voluntariado en el Hospital 12 de octubre en salud mental adolescentes. Creadora de los Galardones Grupo Vaguada y el Record Guinness de las Pilares en Madrid. Prensa Premios Naranja-Limón, Global Gift Gala de Eva Longoria, entre otras. Galardonada con una Antena de Plata por las Asociación de Radio y TV (2004), premio a la mejor web por vaguada.es (2007) por CLABE en el 2014 le reconoce como Editora del Año. • Premio reconocimiento a la labor informativa radiofónica por la Policía Municipal de Madrid 2019 • Premio Comunicación Empresarial por ASEME (Asociación Española de Mujeres Empresarias) 2020.

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