¡Qué bonita sensación, EL PRIMER AMOR!, ¿quién no recuerda sus primeras aventuras, el sentir amor por alguien ajeno a tus padres, hermanos abuelos…?. El saber que eres importante para alguien, y solo para él, y de otra manera…, te hacia volar, soñar y disfrutar cada instante, cuando llega el primer amor, no hay nada alrededor que importe, PORQUE SOLO BASTAN DOS PERSONAS PARA HACER EL MUNDO, yo recuerdo muy bien esa parte de mi vida…
Esta historia comenzó hace unos años, no podría decir exactamente la fecha pero si que yo tendría unos 12-13 años. En ese entonces era bastante joven, toda una niña inocente que aún soñaba con encontrar ese chico que fuera el ideal, perfecto… aún no tenía idea de lo doloroso que amar a alguien podía ser.
En el pueblo donde vivo, siempre he salido entre el grupo de amigos de mi primo. Allí fue que lo conocí, a él, al primero. Moreno, de ojos verdes, pero no era eso lo que me atraía de él, al contrario… era su personalidad, era totalmente único para mí. No era el típico niño que sólo quiere molestar, era sincero, puro…
Fue así como me fui acercando y al año siguiente era mi mejor amigo, a pesar de las peleas y gritos que yo tenía con mi super protector primo. Cuando llegaba el fin de semana él me llamaba, o si no era así lo hacía yo. Realmente no podíamos habernos unido más, o eso creía yo…
La verdad no voy a negarlo, me gustaba, mucho. ¡Era lo que esperaba hacía tanto!. Sentía que no había habido vida antes de él. Se había convertido en algo imprescindible, necesario en mi vida. Poco a poco él comenzó a mostrar interés en mí. No había un solo día en que me fuera mal y no recibiera un sms de preocupación por su parte, me sentía tan bien.
Compartíamos todo. El me acompañaba a mis clases de baile, yo le acompañaba a los entrenamientos de futbol, estudiábamos juntos… Una mañana, mientras seguía con un día normal de mi vida me llamó y me dijo que le gustaba, que sentía cosas por mi y que quería que fuera su novia. ¡Acepté sin una sola duda!
Los siguientes cuatro meses y medio fueron los mejores de mi vida, los mejores que hubiera siquiera imaginado tener. Casi todas las mañanas recibía un mensaje preguntando cómo había amanecido, y lo mejor de todo… no me pedía nada a cambio… estar conmigo era suficiente.
El problema fue cuando mi primo llamó diciéndome que me engañaba con otra. Mi corazón se rompió en mil pedazos, nunca antes me había sentido tan mal. Pensé que el engaño era algo que pasaba en las películas de amor o en las novelas… era algo ajeno que pensé no podía paarme a mi, de ninguna manera. Pero… era real, me estaba pasando.
Los años pasaron y me volví insegura, la persona que más me importaba me había traicionado. La persona que antes era mi mejor amigo ahora solo era un conocido. A los tres años de la ruptura nos reencontramos ya que sus padres se se separaron y decidió irse a vivir a otra ciudad con sus abuelos. Volverlo a ver, tenerlo frente a mi logró remover todos aquellos sentimientos que para mi habían quedado enterrados, que ya no existían.
Durante un tiempo volvió a mostrar interés en mi, incluso se podría decir que estuvimos “tonteando”. Pero ese fue el problema, “un tonteo no era lo que yo buscaba, podría decirse que estoy hecha a la “antigua”, las relaciones abiertas no son para mí.
A diferencia de lo que acostumbraba a hacer con el resto, a mi me lo preguntó, quiso saber si era lo que quería, ya que con las demás simplemente las besaba y después el típico “si te he visto, no me acuerdo “ y no estaba acostumbrado a que nadie le diera calabazas.
Ahora él es una persona diferente, cada vez que nos vemos es como si nunca nos hubiéramos visto antes… no nos saludamos. Es como si nos odiáramos, o algo así. Pero sé que cuando nos miramos cada uno sabe que no es así, que el otro fue importante también. Es muy triste y doloroso de todos modos pensar que de ser el chico ideal pasó a ser quien cuenta con todos los “anti-requisitos” para estar junto a mí…
De lo único que me arrepiento y me arrepentiré toda la vida, de esta historia, es el haber discutido con mucha gente y no hacer caso a sus “te avisé”.
A pesar de eso creo que nunca lograré olvidarlo, aunque quiera, aunque me sobren razones… porque aunque haya sido la persona que más lágrimas me hizo derramar también fue la persona que me hizo más feliz.
Carol