Por fin he conseguido ver la película de Love Actually… y tengo mi relato navideño para el día de Noche Buena. De las 10 historias de amor entrelazadas que encontramos en esta película, me quedo con la que tiene el toque más navideño, porque el resto son tan universales que caben en cualquier época del año, a pesar de que el hilo conductor de la película los dirige todos a la Función de Navidad del colegio.
Y creo que ese amor es el de Sam, un niño de 11 años que acaba de perder a su mama, porque de veras es un primer amor en toda regla. Su mamá acaba de morir y Sam se encierra en su cuarto y se aísla. Solo le queda en su vida su padrastro, ya que su madre estaba casada con él en segundas nupcias. Daniel, su padrastro, está desesperado, porque la comunicación con su hijastro no iba muy allá y le ve que está muy deprimido y evidentemente piensa que es por la pena que el causa la muerte de su madre. Pero, se lanza y un día en el parque durante un paseo y le pregunta simplemente “¿qué te pasa?”. Sam le confiesa que está enamorado, “sé que debería estar pensando en mamá, pero es que estoy enamorado, ya estaba enamorado antes de que ella muriera y ya no tiene remedio”.
Daniel, respira tranquilo, porque pensaba que Sam no conseguía superar la falta de su madre, pero lo que le ocurre es tan inesperado para su padrastro, que no da crédito. El pequeñín está IRREMEDIABLEMENTE ENAMORADO. Daniel, le dice, “menos mal, creí que iba a ser algo peor”, Sam contesta, “¿peor que la angustia de estar enamorado?”
Y comienza la batalla para conquistar el amor de JOANA, la chica más guapa y divina de su colegio. La estrategia que elabora el pequeñín, es muy sencilla: “a las chicas les van los músicos. Hay un concierto al final del trimestre y Joana participará, si hago de músico a lo mejor se fija en mi”.
Hay un minúsculo detalle, Sam no toca ningún instrumento, pero es tan minúsculo (él por supuesto lo ve así) que consigue superarlo, esta vez se encerrará en su cuarto para aprender a tocar la batería para la función de Navidad, no hay nada que el amor no pueda, está convencido de poder conseguirlo.
Y además cree plenamente en la teoría de la media naranja y le confiesa a Daniel, que en el mundo solo hay una persona que nos corresponde a cada uno, “Joana, se llama como mi mamá y sé que es la mía”, es la persona que le corresponde en este mundo y tan convencido está que hace todo lo posible por lograr estar a su lado, aunque sea la chica que todos adoran en el colegio porque es divina y no es una misión del todo fácil.
Tras la función Joana volverá a su país Estados Unidos y la perderá para siempre, por eso ha de poner más empeño, para que al menos ella se fije en él. Le dice a Daniel “es el final de mi vida para siempre, ella volverá a Estado Unidos, su país”.
Sam, tan solo tiene 11 años, pero es tan tajante en sus afirmaciones, tiene todo tan claro, que abruma, su decisión y su determinación ante la conquista del amor. Se concentra solo en su objetivo, conseguir algo que a él le parece inalcanzable, que Joana, la divina, se fije en él. Pero, con la ayuda de su padrastro, que le apoya en los momentos más complicados, lo conseguirá.
Y como bien predice Sam, “lo que pasa con el amor es que las parejas se juntan al final”. Y el final es sublime, increíble…Sam toca la batería en la función como si hubiera nacido haciéndolo, y Joana, durante la actuación le mira y le dice “all I want for Chrismas is you” (lo único que quiero por Navidad eres tú)… pero algo falla porque Joana sale para el aeropuerto para coger su vuelo para Nueva York.
– “El plan no ha funcionado”, le dice el pequeñín a Daniel,
– “¿cómo que no?, tienes que decírselo, dile que la quieres..
– Su avión sale esta noche.
– Mejor, no tienes nada que perder, sino te pasará como a mi que me arrepiento de no haberle dicho más veces a tu madre que la quería, porque era perfecta y tenía que habérselo dicho todos los días. La películas no terminan hasta que aparece “The End” en la pantalla.
La próxima escena es el aeropuerto, Sam se cuela ayudado por su padrastro y consigue llegar a Joana justo antes de que embarque.
– “Joana”
– Ella se gira y le dice “Sam”
– Creía que no ibas a saber mi nombre
– Cómo no iba a saber tu nombre.
No desvelaré el final de esta bella historia para aquellos que todavía no han visto “Love Actually” ¿puede quedar alguien en el mundo que no haya visto esta película?, bueno por si las flyes, el final lo tendréis que ver reproduciendo de nuevo la cinta.
Yo conseguí verla por octava vez en mi vida, para contaros esta bella historia de aquel pequeñín que aprendió a tocar la batería en menos de una semana para conquistar a su chica. Love is all around. El amor esta en todas partes. Os adelanto el video para os que no vieron la peli.