Bueno, hay va la historia de amor que me contó mi amiga Y, quizás será la más llena de vida, amor y muerte que escriba en este blog. Es una de esas historias que os contaba al principio que tenía en nevera.
Ella, Y, compartió esta historia conmigo porque nos une una gran relacción de amistad. Las lágrimas intensas cubrieron todo el relato y tuve que hacer de tripas corazón para ir anotando todo en la servilleta del bar en el que nos reunimos ante un humeante café embriagador. Es de razón que la historia de su primer amor se sepa, no es de recibo que quede en el olvido.
Ante todo decir que Y me aclaró que todo lo que hizo durante este etapa de su vida, mereció la pena y que lo hizo porque no podía evitarlo, como diría un anglosajón, «She just could´t help it».
Compartieron destino y amor, porque ella le guarda para siempre en su recuerdo. Eran los dos socorristas en la playa de Laredo (Santander), y comenzaron a salir. Tan claro lo tenían, tras dos años de noviazgo, que en verano comunican que para mayo prometerán su amor ante el Altar.
Pero, el tras el verano comienza a sentir una debilidad inusual. Y van al médico. Diagnóstico fatal: leucemia irreversible, nada se podía hacer por él. Y, los planes de boda siguen adelante. Le habían dado año y medio de vida, había tiempo para llegar al desenlace e Y había decidido llegar hasta el final. Pero, no pudo ser, al llegar la primavera, allá por marzo, él empeoró y murió. «Mi hermana se casó un año después y llevó mi traje de novia».
Y me contaba, con los ojos llenos de agua abundante, «el quería ser mi esposo, estudiar para marino mercante… pero me dejó, no pudo cumplir el destino que había planeado para nosotros». Y, le acompañó hasta el final, compartió su sufrimiento ante la inminente partida a no se sabe donde, ante el dolor del tratamiento, ante la evidente despedida… hasta que murió en sus brazos.
Tras este amargo trago Y dejó todo y se fue a Madrid, para no tener cerca los lugares que compartían juntos, para que nada le recordará a esos maravillosos años que pasó con él, antes de que se lo arrebataran de manera tan cruel.
La moraleja de esta historia me la dió Y, «hay que aprovechar el momento, hay que vivir la vida día a día, no sabes nunca si habrá un mañana, a veces pienso que esto me ocurrió para que aprendiera a aprovechar hasta el último segundo de mi vida. Y eso es lo que hago desde entonces: vivir, y por supuesto siempre con Juan en mi memoria».
TODAVIA ESTOY CON EL CORAZÓN ENCOGIDO POR LA EMOCION PERO SOBRE TODO POR QUE A PESAR DEL SITIO, LA SERVILLETA Y EL CAFE COMPARTIDO CON GENTE FUISTE CAPAZ DE COGER LA ESENCIA , EL MOTIVO Y EL CARIÑO.
DIME CÓMO PUEDO SEGUIR TUS 365 DIAS, PUES YO NO SOY UNA EXPERTA EN ESTO DE «INTERNETE».
¿QUIERES QUE TE CUENTE UN PRIMER AMOR DE UNA AMIGA? ESTE SI TIENE FINAL FELIZ. BUENO, TENGO UNA CON FINAL FELIZ Y OTRA CON TRISTE, SE LO HE COMENTADO Y NO LES IMPORTA QUE TE LO CUENTE.
HABLAMOS,
GRACIAS. PUES, VER MI HISTORIA ESCRITA HA SERVIDO DE TERAPIA A PESAR DEL TIEMPO
Ups!, mi segundo comentario y solo llevo una semana escribiendo el blog, ¡qué emoción!. Gracias Y, esto me motiva a seguir con mi gran idea.
Encima Y es la primera que se lanza a «prestarme» un primer amor. ¡Qué digo uno!, nada más y nada menos que dos. A ver si se animan más amigos o bloggers a «prestarme» sus primeros amores.
¡qué buena primera semana!, esto marcha.